Con más de 30 años desde su implantación, mantiene su vigencia siendo la técnica contra la obesidad más demandada en la actualidad.
El bypass gástrico no consiste solamente en la reducción del estómago. Se puede considerar una técnica restrictiva-malabsortiva, ya que, además de reducir la capacidad de la cavidad gástrica, se consigue alterar el proceso de absorción de nutrientes.
En general, este tratamiento está indicado para pacientes a los que no les han funcionado debidamente los métodos no quirúrgicos de pérdida de peso. Se aconseja a aquellas personas con un IMC superior a 40, así como a pacientes de IMC por encima de 35 que sufran patologías asociadas, tales como la diabetes II, apnea del sueño, enfermedades de corazón, etc.
Preguntas frecuentes
La intervención se realiza en quirófano dotado de todas las medidas de seguridad y bajo anestesia general y en ella el cirujano modificará tanto el estómago como el intestino del paciente. Habitualmente requiere el cumplimiento de una dieta durante los quince días previos a la intervención.
Mediante el bypass gástrico, primeramente, se reduce la capacidad del estómago a unos 15-30ml y seguidamente se realiza una derivación del intestino delgado. De esta forma, al evitar el paso por una gran sección del intestino, se logra disminuir la absorción de calorías de los alimentos ingeridos.
Por otra parte, al reducirse la cavidad gástrica, se limita considerablemente la cantidad de comida que el paciente puede llegar a tolerar, experimentando una sensación de plenitud más rápidamente.
En primer lugar, numerosos estudios avalan que el bypass gástrico es el tratamiento de mayor efectividad a lo largo del tiempo. Mediante esta técnica, acompañada de un adecuado seguimiento, los pacientes pueden llegar a perder entre un 60 y un 70% de su exceso de peso en los cinco primeros años.
Por otra parte, la pérdida de peso que favorece el bypass gástrico redunda en múltiples beneficios para la salud del paciente: reducción de colesterol, hipertensión, enfermedades respiratorias y dolores musculares; control de diabetes y del riesgo de enfermedades de corazón; mejora de autoestima, etc.
Aunque la intervención por sí sola resulta bastante eficaz, siempre debe ir acompañada de un programa de seguimiento específico de carácter multidisciplinar que combine revisiones médicas, psicológicas y nutricionales.
En Servicios Médicos Santa-Cruz siempre incluimos revisiones médicas periódicas con el especialista durante los dos primeros años, así como múltiples sesiones de seguimiento nutricional y psicológico que procuren una completa reeducación alimentaria del paciente, así como la reconducción de sus conductas nocivas y malos hábitos hacia patrones de vida saludables.