El Método Apollo consiste en una reducción de hasta el 60-70% de la capacidad del estómago por vía endoscópica. El objetivo de esta técnica es que el paciente se sienta saciado con la ingesta de una menor cantidad de alimentos.
Este tratamiento se recomienda a pacientes que tengan un IMC entre 30 y 40 y que deban perder entre 15 y 40 kg.
Preguntas frecuentes
El Método Apollo se realiza siempre en quirófano y bajo anestesia general. Sin embargo, no se trata de una técnica quirúrgica, sino endoscópica. El especialista realiza una serie de suturas en la cavidad interna del estómago mediante la introducción de un endoscopio por la boca de paciente. Así se evitan las cicatrices externas. La duración total de la intervención no suele superar la hora y la recuperación del paciente es rápida.
Al tratarse de un procedimiento endoscópico, el periodo de recuperación es menor en duración y complejidad que el de las técnicas de cirugía bariátrica. Tras una hospitalización de 24 horas, el paciente recibe el alta médica y ya puede volver a casa. Durante los tres primeros días no se recomiendan esfuerzos excesivos, pero, pasado este tiempo, el paciente puede hacer vida normal.
Se trata de una técnica de reducción de estómago segura, reversible, mínimamente invasiva y muy efectiva. La endoscopia evita incisiones y cicatrices externas, favoreciendo que el paciente se recupere más rápidamente.
Por otra parte, la pérdida de peso que facilita esta técnica consigue múltiples beneficios en la salud física y psicológica del paciente: reducción de colesterol, hipertensión y dolores musculares; control de diabetes y del riesgo de enfermedades de corazón; mejora de autoestima, etc.
La eficacia del Método Apollo se basa tanto en la propia intervención como en un completo programa de seguimiento multidisciplinar que combina revisiones médicas, psicológicas y nutricionales.
Por ello, el tratamiento incluye un año de seguimiento cuyo objetivo no es otro que lograr mantener a largo plazo el peso perdido. Por una parte, las sesiones de seguimiento nutricional procuran una reeducación alimentaria personalizada que consiga que el paciente se alimente adecuadamente y manteniendo las cantidades recomendadas. Por otra parte, las sesiones de seguimiento psicológico le prestarán el apoyo y asesoramiento necesario para lograr reconducir las conductas y malos hábitos hacia patrones de vida saludables.